jueves, 21 de agosto de 2014

Cura cutánea Dr. Hauschka ¿funciona?

Hay una canción de rock latinoamericano que dice: "la sal no sala y el azúcar no endulza". Ideal para introducir este post, porque, en este caso, la cura no cura.

El tratamiento  Dr. Hauschka en sus versiones "Cura cutánea (Rhytmhmic Night Conditioner )" o bien "Cura cutánea Sensitiv (Rhtythmic Conditioner Sensitive)" trae una presentación y unas promesas tan atractivas (previene las arrugas prematuras, activa la regeneración y normaliza todos los cuadros cutáneos) que se vuelve irresistible comprarlo, pero... ¿funciona?

Mi respuesta es un no rotundo.

Y eso que puse todo mi empeño en que funcionara. Seguí al pie de la letra las indicaciones: apliqué dos ampollas sobre mi rostro, cada noche durante al menos un mes. Dado que las cajitas traen 10 ampollas y que el coste es de aproximadamente unos 25 euros, el gasto puede resultar exorbitante en proporción a los resultados (en mi caso, nulos) Por otro lado está la opción de comprar la caja de 50 ampollas, coste: aprox. 80 euros.

¿Por qué hice el tratamiento en su momento? ¡Pues porque todavía no había investigado a fondo qué era la homeopatía! Y Dr. Hauschka es un laboratorio homeopático (tan homeopático como las flores de Bach, ese brandy carísimo, que se bebe en gotas)

No diré que la homeopatía es un fraude, a lo mejor, en algunos años se corrobora científicamente su eficacia, pero hasta tanto eso no ocurra, la homeopatía es un delirio, un placebo: se trata de medicamentos o de cosmética que se prepara en base a diluidos, es decir, toman una sustancia, pondremos por ejemplo una de la Cura de Hauschka, la Hamamelis, la diluyen en agua tanto pero tanto que sólo queda un mínimo de ese principio activo, a veces no quedan ni rastros de moléculas, pero ojo, “el agua tiene memoria”, pregona la homeopatía, entonces el agua recordará que por ella pasó la Hamamelis (?)

Esta teoría no ha sido probada. Y literariamente es una idea preciosa, pero a los fines de la realidad, es un completo delirio y un gran negocio. La materia prima es agua (baratísima, por no decir gratis) y los productos homeopáticos lejos están de ser lo más económico que se consigue en el mercado. Calculen los beneficios de la industria homeopática.

Si en algunos años, se comprueban estas teorías, no tendré problemas en aceptarlas, pero permítaseme la desconfianza actual nacida del raciocinio y también de la prueba empírica sobre mi propia persona. Debo decir que cuando aún ignoraba los fundamentos de la homeopatía, probé las flores de Bach, también un pseudo medicamento llamado Sinuspax y la mentada, en este post, cura de Hauschka. Con cada uno de los productos me sentí profundamente estafada.

Conclusión: pagar por la Cura de Dr. Hauschka, es pagar por agua. Agua envasada en preciosas ampollitas que cuando se quiebran por la noche para extraer su contenido y aplicarlo sobre el rostro nos despiertan la ilusión de que nuestra piel se regenerará mágicamente en 28 días. Pero nada de esto pasará, porque el agua no hace, hasta hoy, estos milagros. Si quieren invertir en su piel, recomiendo utilizar el dinero en comprar aceites ecológicos de sésamo, aguacate, argán, (de éste hablo y muy bien en mi blog, puedes leer el artículo abriendo el enlace), o en cosmética basada en fitoterapia (los extractos de plantas son un elemento real, no imaginario)

¡Felices pieles para tod@s! ¡Que luzcan sanas, jóvenes y bellas siempre! Brindo por ello y por la cosmética natural y sin engaños.

No hay comentarios:

Publicar un comentario